“Hasta que no hagas al inconsciente consciente, seguirá dirigiendo tu vida y lo llamarás destino”

Carl Jung




lunes, 27 de febrero de 2012

EMPATÍA Y RASGOS GRAFOLÓGICOS


        Entendemos comúnmente empatía como aquella cualidad o habilidad que nos permiten ponernos en el lugar del otro. Esto es cierto, pero se nos queda la definición muy, muy corta.

       Veamos un video que nos acerca desde otro punto de vista a una definición de empatía. Que he encontrado en el programa redes con Eduar Punset.



      ¿Qué significa ponerlos en la piel del otro? Significa sentir sus emociones, vivir sus actuaciones, percibir cada gota de su vida. Al mirar hacia atrás sabemos que la palabra empatía procede de dos vocablos griegos: en, que significa dentro de él, y de páthos, que significa lo que se siente, se sufre. Queda claro qué referencias tiene la idea de empatía; sentir lo que sienten los demás. Que en nuestro cuerpo sintamos algo que le está ocurriendo a otra persona. Como al ver que alguien se cae de forma estrepitosa o dolorosa y nuestro cuerpo se retuerce con él o ella. Como cuando al ver en la tele un golpe en las partes nobles sin querer nos cubrimos las nuestras. Pero  también hablamos de sentir emociones que sólo podemos percibir a través de palabras o gestos de la cara como las lágrimas o las múltiples expresiones que expresa el ser humano.

       Por lo tanto podemos decir que la empatía es la capacidad de comprensión de la vida emocional del otro. Y ello es porque para poseer una buena empatía de debe tener una escucha activa, compresión y apoyo emocional, capacidad para diferenciar los estados afectivos de los demás.

       ¿Por qué buscar la empatía en la grafología? Dejando marcados los rasgos de la empatía en la escritura podemos llegar al nivel empático que posee cada persona y poder trabajar la inteligencia emocional. Y conseguir que la persona equilibre sus emociones y lograr el desarrollo emocional e intelectual adecuado.

       Sabemos que los alumnos con una estabilidad emocional tienen menos síntomas físicos, menos ansiedad social y depresión. Mayor autoestima, mayor satisfacción en sus relaciones con los demás y se recuperan antes de los estados de ánimo negativos. Y al hablar de rendimiento académico, podemos afirmar, que la inteligencia emocional está relacionada con el rendimiento escolar.

       Aquí vemos un video de Jermy Rifkting de una visión de una humanidad  empática.



       Entonces qué gran herramienta tendríamos si conseguimos clasificar y ordenar los rasgos gráficos de la empatía (parte de la inteligencia emocional). Si conseguimos saber en qué punto se encuentra cada persona, cada alumno y poder retomar su avance desde su punto de partida y conseguir mejoras en este ámbito.

      Hablemos un poco de la inteligencia emocional. Inteligencia Emocional se conceptualiza a través de cuatro habilidades básicas: 

1.   La primera habilidad: percibir emociones, incluye las capacidades involucradas en la identificación de las emociones en las caras, las voces, las fotografías, la música... Esta percepción varía de un individuo a otro. Se refiere también al grado en que cada uno identifica sus propias emociones. 
         Los alumnos ponen en práctica diariamente estas habilidades cuando regulan sus acciones en el aula tras una mirada del profesor. El profesor también hace uso de esta habilidad cuando observa los rostros de los alumnos y percibe si están aburriéndose o entendiendo la explicación.

2.   La segunda habilidad para acceder y/o generar sentimientos que faciliten el pensamiento se refiere a cómo hay que tener en cuenta los sentimientos cuando razonamos o solucionamos problemas, cómo las emociones afectan al sistema cognitivo y cómo nuestros estados afectivos ayudan a la toma de decisiones. Algunos alumnos necesitan para concentrarse y estudiar cierto estado de ánimo positivo, otros en cambio un estado de tensión les ayuda a estudiar y memorizar mejor. Estas diferencias individuales explican que algunos alumnos estudian para los exámenes en el último momento, que es cuando el estado de tensión les ayuda a centrarse. 

3.   La tercera habilidad de comprensión emocional implica la capacidad para desglosar el amplio repertorio de señales emocionales y etiquetar las emociones. Implica una actividad tanto anticipatoria como retrospectiva para conocer las causas generadoras del estado anímico y las futuras consecuencias de nuestras acciones. Los alumnos utilizan esta habilidad para ponerse en lugar de otro compañero que está pasando una mala racha y ofrecerle su apoyo.

4.    La cuarta habilidad: controlar las emociones propias y ajenas, moderando las emociones negativas e intensificando las positivas. Esta habilidad alcanzaría los procesos emocionales de mayor complejidad, es decir, la regulación consciente de las emociones para lograr un crecimiento emocional e intelectual

       Pero también debemos tener en cuenta  la cara opuesta de la empatía. La FRIALDAD o la Apatía.

       Acerquémonos a las características de la empatía y a sus rasgos grafológicos.

       Los componentes de la empatía que se exponen a continuación han sido recopilados en el libro:”La inteligencia emocional de los padres y los hijo” de Antonio Vallés Arándiga.

Componentes:

1.   SABER ESCUCHAR:

a.   Ello exige centrar la atención en lo que explica o argumenta la otra persona.

b.   Atender a las manifestaciones no verbales, como los gestos que se corresponden con el estado de ánimo que se expresa.

c.   Entender el “modo de ver las cosas” del otro.

d.   No interrumpir el discurso verbal.

e.   Reflexionar sobre lo que la otra persona está comunicando.

f.    Expresar señales de seguimiento activo a modo de feed-back: mirar a la cara, asentir con la cabeza, o reflejar expresiones faciales congruentes con el estado de ánimo expresado por la otra persona.,

g.   Mostrar interés preguntando detalles sobre el contenido de la conversación.

2.  INTERPRETAR LAS SEÑALES NO VERBALES.

a.   Conocer los mensajes transmitidos de carácter para lingüístico; entonación, tiempo de respuesta, volumen...

3.   MOSTRAR COMPRENSIÓN.

a.   A través de frases como “entiendo cómo te sientes” o “ comprendo que actúes así…”

b.   No descalificar lo expresado por la otra persona aunque no se compartan sus razones o interpretaciones. No se deben invalidar, ni rechazar, ni juzgar negativamente sus sentimientos.

4.   PRESTAR AYUDA EMOCIONAL SI ES NECESARIO.

a.   Como por ejemplo escuchar cuando alguien necesita desahogarse.

RASGOS GRAFOLÓGICOS RELACIONADOS CON LA EMPATÍA:

       Destaco unos rasgos por encima de otros. Como por ejemplo dá “más puntos” una inclinación desigual que una escritura pequeña y desigual.

Rasgos principales:

·        Escritura movida

·        Desigualdad de espacios

·        Dirección sinuosa y suspendida

·        Forma curva o semiangulosa

·        Inclinación desigual o variable

·        Velocidad desigual, rápida o precipitada

·        Base curvilínea

·        Escritura armoniosa

·        Escritura curva

·        Ausencia de ganchos convergentes

Rasgos grafológicos secundarios:

o   Escritura desproporcionada

o   Dimensión pequeña y desigual

o   Presión ligera y desigual

o   Punto de la “i” en coma

o   Letra “a” grande

o   Rasgos simplificados

o   Letra clara y con tildes terminados en punta aguda

o   Márgenes oscilantes

o   Escritura destrógira

jueves, 23 de febrero de 2012

PROCESOS PSICOLÓGICOS QUE INTERVIENEN EN LA LECTURA 2

Ya hemos visto a grandes rasgos los procesos físicos que interviene en la escritura, pero hay mucho más. En “procesos psicológicos que intervienen en la lectura 2 “ Nos centraremos en el análisis visual y en las diferentes hipótesis que se han estado barajando para su explicación.



 

Análisis visual


        En experimentos realizados para el estudio de la identificación de palabras se ha demostrado un fenómeno llamado el efecto palabra, que nos explica que resulta más fácil encontrar o reconocer una letra cuando ésta forma parte de una palabra que cuando aparece aislada o en una serie aleatoria de letras. Este efecto choca con la hipótesis que se poseía en un principio que si las palabras están formadas por letras, cuando queremos reconocer una palabra tendremos que identificar previamente sus letras componentes.
       Con lo que nos encontramos dos hipótesis diferenciadas: la primera, defiende que la forma global de la palabra es suficiente para su identificación. Y la segunda, nos dice que son las letras las unidades funcionales de reconocimiento de las palabras. A continuación expondremos ambas posturas.



Efecto palabra
        Esta hipótesis tuvo su origen en los trabajos de Cattell (1886) en los que encontró que los sujetos tardaban más en reconocer letras aisladas que cuando estaban formando palabras. Y además cuando se presentaban palabras cortas, éstas podían ser leídas con tanta rapidez como letras simples.
       Más adelante Reicher (1969) mejora los experimentos consiguiendo descartar las dudas de los anteriores estudios que criticaban que se medía el umbral de reconocimiento, y que los sujetos pueden estar determinados por el intento de adivinar la palabra más que por el proceso perceptivo en sí. Y para ello presenta una serie de letras durante un breve tiempo. Luego muestran dos letras alternativas para que el sujeto indique cuál de las dos estaban en una posición determinada de la serie. Estas dos letras de prueba se seleccionan teniendo mucho cuidado de que no puedan ser adivinadas.


Se presenta el estímulo “puerta”
PUERTA
Las letras utilizadas en la prueba podrían ser:
________A
__________O
Puesto que en ambos casos se forma una palabra “puerta” y “puerto”
La ejecución en esta condición se compara con otras condiciones en las cuales la letra A puede ser presentada sin contexto (______A) o formando parte de una no-palabra (RTEUPA).


        Pero esta hipótesis no tiene una respuesta clara a la cuestión de qué es exactamente lo que nos permite identificar una palabra. Es decir, si la unidad de análisis es la palabra, ¿cuáles son las características que nos permiten su reconocimiento? Además los detractores de esta hipótesis argumentan que sin una identificación previa de las letras sería extremadamente fácil confundirse con las palabras que tienen perfiles similares. Como por ejemplo puerto y puerta.

RECONOCIMIENTO PREVIO DE LAS LETRAS.

        Para esta hipótesis hay dos grupos de modelos: los que defienden la idea de que las letras son procesadas serialmente (de izquierda a derecha) y otro grupo que afirma que el procesamiento se produce en paralelo (todas a la vez, simultáneamente). Para el procesamiento serial al leer reconocemos las letras en serie y a una velocidad de aproximadamente una letra cada 10 ó 20 mseg. Para esta afirmación se basan en el estudio de (Just y Carpenter) seguimiento de los movimientos oculares, que los sujetos tardaban un promedio de 30 mseg. Más por cada letra adicional que tenía la palabra. Mientras que para los partidarios de un procesamiento paralelo de las letras afirman que el efecto de superioridad de la palabrea es compatible con un mecanismo de identificación de letras que procesa varias letras de forma simultánea. Y al trabajar de esta manera no se necesita completar la identificación de las letras para que la palabra pueda ser reconocida. Por lo que una información aproximada sobre las letras constituyentes puede ser suficiente para que la palabra sea reconocida.
       Quien pone orden en esta lucha de hipótesis es Vellutino (1982) que hace ver que ambas posturas tengan su parte de razón y que el utilizar como unidad de procesamiento la letra o la palabra global depende de la tarea. Para Velluino la unidad de percepción es relativa y viene determinada por tres factores:
1.      El contexto donde se encuentre la palabra. Las palabras presentadas en un contexto pueden necesitar sólo de un análisis global porque el número de alternativas contextualmente apropiadas  se reduce.
2.      Las características de la palabra. La similitud visual, la longitud de la palabra, la regularidad ortográfica, la categoría léxica, la frecuencia de la palabras… mas diferencias en las palabras menor tiempo para leerlas.
3.      La destreza del lector. A mayor destreza, más palabras que pueden rápidamente identificar visualmente sin análisis de letras.
        Se tiene un “pero” a esta hipótesis unificadora, recientemente con los trabajos con diléxicos apoyan la hipótesis del reconocimiento previo de las letras. Incluso al leer palabras familiares tenemos que identificar antes sus letras componentes.
        Y en definitiva y sin dar más vueltas, nos decantamos por el modelo PDP, modelo de activación interactiva. Que nos dice que en la identificación de palabra intervienen tre niveles:
1.      Nivel de rasgos
2.      Nivel de letras
3.      Nivel de palabras
       Al percibir una palabra lo primero que se hace es identificar todos los rasgos que componen las letras, para lo cual existe un detector de rasgos (también llamado “nodo”) para cada una de las líneas de que están hechas las letras. Así habrá un nodo encargado de detectar las líneas verticales, otro de las horizontales, de las inclinadas… también hay un nodo para cada letra del alfabeto y un nodo para cada palabra que conocemos.
        Cuando un estímulo llega al sistema se activan ciertos rasgos que a su vez envían la activación a todos los nodos letras que contienen ese rasgo. Al mismo tiempo se establecen conexiones inhibidoras con los nodos letra que no poseen esos rasgos. A su vez los nodos de las letras comienzan a enviar activación a los nodos a nivel de la palabra con los que son consistentes e inhiben a los que no lo son. Además, dentro del nivel de las letras, los diferentes nodos letras intentan inhibirse unos a otros. Cuando se activan los nodos de nivel de la palabra comienzan a competir unos con otros y a enviar activación a los modos de nivel de letras. Algo similar ocurre con las letras que a su vez envían activación al nivel de rasgos. Es decir:

Fernando Cuetos Vega en su libro ”psicología de la lectura” (2005) tiene un ejemplo muy claro de esto.
“Cuando las unidades de las letras T, R, E, N, comienzan a recibir activación, ellas a su vez activan a la unidad de palabra. De esta manera, el nodo de letras para la T inicial, además de activar al nodo de nivel de palabra TREN también activará otras palabras que comiencen por T tales como TIMO, TAPA, TRIO o TRES. De hecho, como TRES comparte tres letras con tren también alcanzará un alto nivel de activación. Ahora bien, aunque la unidad de nivel de palabra para TRES sea activada por la T, la R y la E, será inhibida por el nodo de N. es decir, las unidades de nivel de letra no sólo activan a las unidades de nivel de la palabra que contienen sus letras, sino que también inhiben a las unidades de palabra que no contienen sus letras. Por otra parte está la inhibición intranivel que hace que el nodo TREN inhiba a todos los demás, puesto que sólo un nodo debe ser activado en cada nivel.” Pg. 11.ED: PRAXIS

martes, 21 de febrero de 2012

PROCESOS PSICOLÓGICOS QUE INTERVIENEN EN LA LECTURA 1


Procesos perceptivos.
            Es a través de nuestros ojos que percibimos las formas gráficas. El ojo es la puerta de entrada por la que ingresan los estímulos luminosos que se transforman en impulsos eléctricos gracias a unas células especializadas de la retina. Somos capaces de leer porque la luz penetra en el ojo por la córnea (la estructura hemisférica y transparente localizada al frente del ojo que permite el paso de la luz y protege al iris y al cristalino) que actúa como una lente convexa, desviando los rayos hacia un mismo punto. Detrás de la córnea se encuentra el iris (es la zona coloreada del ojo), que actúa como diafragma regulador, dilatándose o contrayéndose para controlar la cantidad necesaria de luz. Hay un orificio en el centro del iris que es la pupila, y por ella pasa la luz a un cuerpo transparente y elástico, que cambia de forma por las presiones de los músculos ciliares, llamado el cristalino. Esta lente de material blando permite agrandar o reducir su curvatura, enfocar con precisión la imagen en el fondo del ojo.

        Está claro, el ojo es quien ve, pero es el cerebro quien interpreta, percibe las formas de los objetos, identifica distancias, detecta colores, el movimiento…Y es gracias al nervio óptico que transmite los impulsos eléctricos generados en la retina al cerebro, donde son procesados en la corteza visual.



Es en los ojos donde empieza el proceso de la lectura. Está muy claro que cuando una persona lee sus ojos avanzan a pequeños saltos, llamados movimientos saccádicos, que se alternan con períodos de fijación en que permanecen inmóviles. Es en el momento de la fijación donde se perciben los diferentes signos gráficos y son los movimientos saccádicos quienes eligen el siguiente punto en el escrito para saltar. Por lo que durante la lectura el proceso es fijar un punto de fijación y al captar la información saltar a otro punto por medio de un movimiento saccádico, se vuelve al período de fijación y se vuelve a saltar…
        Entonces decimos que los períodos de fijación permiten percibir un trozo de material escrito y el movimiento saccádico nos traslada al siguiente punto. La amplitud media de estos movimientos es de 8 ó 10 caracteres. También puede haber saltos atrás en el texto, en zonas ya leídas. El porcentaje de estos movimientos regresivos está entre un 10 y un 15% del total de movimientos. El tiempo de fijación dependerá de la información que nos aporta el texto. Así ante un texto más denso o de más dificultad para el lector. Cuanto más importante o difícil sea el estímulo mayor es el período de fijación. También variarán los saltos.

Si el número de fijaciones es mayor, la lectura será lenta. La velocidad de lectura no pasará de 150 palabras por minuto.
Cada       día     como     pan     y     aceite.
1            2        3          4        5        6
Con  tan sólo tres fijaciones. El lector alcanzará una velocidad de 350-400 palabras por minuto.
Cada día     leo más     y mejor.
1              2                3
En dos fijaciones, alcanzará una velocidad de 500 palabras por minuto.
Cada día leo             más y mejor.
1                              2



            La elección del siguiente salto no se hace de forma arbitraria, se sabe que la elección del siguiente punto de fijación tiene que ser hecho antes de iniciar el movimiento. Es la parafóvea de la retina la que puede percibir estímulos y aunque es una zona muy pobre, a la hora de percibir, nos da suficiente información para poder decidir el próximo punto de fijación, pues al menos nos permite elegir las palabras largas como próximo objetivo, ya que, en general, suelen ser más informativas o nos evitan dirigirnos a los espacios vacíos.
            Cuando se obtiene la información, esta pasa a dos almacenes, memoria icónica, que es una memoria sensorial de gran capacidad para almacenar pero de muy corta duración (250 mseg.). Y la memoria visual a corto plazo. Es decir, primero se almacena en la memoria sensorial (icónica) y a continuación pasa a la memoria visual a corto plazo. En la memoria icónica la información se almacena como un conjunto de rasgos visuales y en la memoria a corta plazo la información se retiene como material lingüístico.

Memoria icónica
Memoria visual a corto plazo
gran capacidad
Poca capacidad (6 ó 7 estímulos
corta duración (no puede ser superior a 300 ó 500 msg.)
Mayor duración, hasta los 15 ó 20 segundos.
La información se destruye con la llegada de información nueva
La información no se destruye